Cómo destruir el capitalismo
es una tarea a la que se aplican un@s por ser pobres y otr@s por ser ricos. Los pobres porque no tiene esperanzas de sobrevivir bajo sus normas y los ricos porque son tan ricos que ya pueden saltarselas.
es una tarea a la que se aplican un@s por ser pobres y otr@s por ser ricos. Los pobres porque no tiene esperanzas de sobrevivir bajo sus normas y los ricos porque son tan ricos que ya pueden saltarselas.
«¿Qué es la navidad, gastar, comer y beber, si lo que echo de menos es el calor de la gente que quiero?… ¿Qué es la navidad?…»
Pues no te lo preguntes.
La Navidad eres tú.
Resulta sospechoso tanto marear la perdiz con el tema, aunque no sé bien de qué. Habrá que ir mirando debajo de cada «bocadillo» para buscar pistas de lo que pretende el personaje.
Tener un milmillonario que defiende la economía liberal, en la que por definición el estado no debe intervenir, como presidente del estado «mas poderoso del planeta» es como tener de guarda del gallinero al zorro.
Aunque el tópico del género femenino es todo amor y paz, plantar batalla en el mundo político es necesario para ocupar un lugar digno en el mundo social.
«Sobre la violencia» es un libro de Hannah Arendt que recomiendo leer para reflexionar y acercarse a la comprensión de esa actitud etológica que lleva a someter y/o eliminar a quien se ponga por delante.
…vale, es lícito. No aceptar la herencia recibida de los conferenciantes también es lícito. Se hace necesario desenmascarar a los fascistas. Para reconocerlos hay que fijarse en pocos datos: Ejercen la violencia en grupo, no dejan hablar a los demás y se tapan la cara.
es como ir a poner el cascabel al gato. Por eso hay quien no quiere ir.
se lo ha llevado un poeta. Quién no sepa por qué, que lo escuche.
La decencia está en peligro y la desvergüenza avanza sin recato. Esto parece Gomorra. Como la novela de Saviano.
… en Europa pero bastantes asuntos sí. Vivimos una época sin guerras como las de antes, donde se hacían asedios a ciudades se pegaban espadazos, cañonazos y redobles de tambor. El asedio ahora es económico, que no físico. Los cañonazos son los despidos masivos sin cobertura por deseampleo, y los redobles de tambor esa publicidad machacona que nos vende la felicidad por muy poco. Pero nos consideramos afortunados, porque otros, como los refugiados, están peor.
En el futuro solo comeremos cuando lo decida el santo patrón. Bueno, de momento respirar aún es gratis 🙂